Cada vez más, las nuevas tecnologías (SMS, páginas web o redes sociales) adquieren mayor protagonismo a la hora de comunicar de manera informal el día de nuestra boda a familiares y amigos. Aún así, la clásica invitación de boda se mantiene en el tiempo ya que no deja de ser la forma más eficaz para evitar que nadie se equivoque de día o de restaurante.
Una invitación de bodas es la primera impresión que los invitados se llevan del enlace, por eso, además de reflejar la personalidad de los novios, deben ser como una pequeña pista de lo que se van a encontrar el día de la boda.
Si optáis por la modalidad en papel, recordad que la redacción del texto también define el estilo de boda y como mínimo ha de contener los nombres de los novios (sin apellidos), fecha, hora y dirección completa del lugar de la ceremonia y del banquete.
Es recomendable que al final de la invitación se incluyan los teléfonos para confirmar la asistencia de los invitados.
Ejemplo:
Si la boda es muy formal y quienes invitan son los padres, el protocolo exige otro contenido y colocación:
Además de la invitación propiamente dicha, si los lugares de celebración son complicados de localizar se puede adjuntar un plano indicando cómo llegar y la situación (o coordenadas de GPS).
Si se cuenta con una lista de bodas para los regalos se suele incluir una tarjeta pequeña con el número de cuenta o la dirección del establecimiento donde está depositada la lista.
En cuanto a los sobres, los nombres de los destinatarios han de ser escritos a mano. Se indica siempre el nombre del cabeza de familia seguido del de su mujer o de «… y familia» cuando se invita a todos los que viven bajo «el mismo techo» y no tienen pareja. En caso contrario, tenéis que entregar invitación por separado. En el supuesto de invitados solteros, se escribe su nombre completo.
Ah! No olvidéis que las invitaciones se deben entregar conal menos un mes y medio de antelación.
Hoy les toca a los apasionados por el cine… Si estás pensando en hacer una boda de película ¡empieza por la invitación! Nosotros te damos unas cuantas ideas para que te inspires.
Hoy te presentamos a “Les Cocons”, una firma viguesa de tocados y complementos de novia y ceremonia fabricados de forma totalmente artesanal por la propia diseñadora, Elvira Valle.
Aunque dispone de colecciones propias de venta “on line”, ofrece también la posibilidad de una confección personalizada acorde con el estilo del cliente.
Entre sus creaciones se encuentran tiaras, cintas, bandós y tocados, con un estilo romántico salpicado de un cierto aire “vintage” y bohemio.
Los materiales utilizados en sus diseños son diversos, entre ellos: tules bordados, flores confeccionadas a base de pétalos de encaje, sedas, plumas, cristales de murano o swarovski.
En sus piezas utiliza tonos vainilla, colores pastel, grises perla, blancos rotos, oros viejos, etc., y sus formas permiten una plasticidad de colocación a gusto personal o de cada ocasión.
Para aquellos que queréis una boda pequeña, con estilo y con una cocina de calidad, A Rexidora puede ser el restaurante que estáis buscando.
Ubicado en una antigua Casa Grande de comienzos del siglo XIX, es un buen ejemplo de la arquitectura tradicional gallega a escasos 15 minutos de la ciudad de Ourense.
Sus distintos espacios tratan de aunar lo clásico y lo moderno, destacando en sus salones cuadros y murales de distintos pintores de la vida artística ourensana.
Si buscáis una cocina de autor, de gran calidad y de tradición gallega no dudéis en visitarlo
En cuanto a las tradiciones que rodean a una novia, existen cuatro supersticiones que nunca mueren: portar algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul… ¿pero qué significan?
Lo viejo simboliza la conexión con el pasado, mostrando el sentido de continuidad en la vida. Los lazos familiares, los amigos y las costumbres seguirán siendo las mismas después de pasar por el altar, sólo se adaptan.
Lo nuevo simboliza la esperanza de una vida próspera y feliz. Representa la renovación del espíritu.
Algo azul: En Inglaterra se dice que «aquellos que se visten de azul tienen amores verdaderos».
La costumbre se originó en Israel, donde se creía que era un color que protegía y transmitía fuerza. Era por tanto un buen augurio el que la novia llevara un adorno de ese color (especialmente en la cabeza).
Algo prestado: Esta costumbre parte de una antigua superstición según la cual se puede atraer la felicidad usando algo de alguien que sea feliz. Es también un símbolo de amistad.
Y ahora que sabes su significado: ¿te animas a seguir con la tradición?